El consumo de alcohol adulterado o metanol es un grave riesgo para la salud, ya que puede desencadenar intoxicaciones severas e incluso la muerte si no se recibe atención médica inmediata. Aunque no es un fenómeno común, este tipo de intoxicación debe ser tratado rápidamente para evitar complicaciones mayores.
¿Qué es el metanol y por qué es tan peligroso?
El metanol es una sustancia química que se encuentra en productos como anticongelantes, solventes y perfumes. A diferencia del etanol, el alcohol que se consume en las bebidas alcohólicas, el metanol se descompone en el organismo de forma ácida. Esta descomposición puede provocar un daño sistemático a los órganos, y si no se trata, puede llevar a un coma e incluso a la muerte.
El principal desafío de la intoxicación por metanol es que sus síntomas no son inmediatos. Pueden tardar horas o incluso días en aparecer, lo que dificulta un diagnóstico temprano y adecuado.
¿Cómo identificar los síntomas de la intoxicación por alcohol adulterado?
En sus primeras fases, los síntomas de la intoxicación por metanol pueden parecerse a los de una resaca normal. Sin embargo, con el tiempo, estos se intensifican y se convierten en señales claras de alerta. Entre los principales síntomas se incluyen:
- Dolor abdominal
- Pérdida de visión (que puede presentarse entre unas horas o varios días después de la exposición)
- Mareos, náuseas y vómitos
- Somnolencia excesiva
- Problemas de concentración y vista borrosa
- Pérdida de la conciencia en casos graves
Según los especialistas, este retraso en los síntomas se debe a la acumulación de compuestos tóxicos, que se producen a medida que el metanol se descompone en el cuerpo.
¿Qué hacer si sospechas intoxicación por metanol?
Si tú o alguien cercano presenta alguno de estos síntomas, es esencial acudir a un hospital lo antes posible para recibir tratamiento especializado. No hay tiempo que perder, ya que el envenenamiento por metanol puede evolucionar rápidamente hacia complicaciones graves.
Tratamientos para la intoxicación por metanol
El tratamiento más efectivo para combatir la intoxicación por metanol es el medicamento fomepizole, que bloquea la acción de una enzima llamada deshidrogenasa alcohólica. Esto permite que el metanol se elimine del cuerpo mediante hemodiálisis. No obstante, este tratamiento puede ser costoso y no siempre está disponible.
Una opción más económica, aunque no exenta de riesgos, es el uso de etanol. El etanol, al inhibir la descomposición del metanol, ayuda a evitar la acumulación de ácido metanoico, un compuesto extremadamente tóxico. Sin embargo, debido a sus efectos secundarios, el etanol solo debe usarse cuando el fomepizole no está disponible, y siempre bajo supervisión médica.
En algunos casos, si no se dispone de hemodiálisis, el paciente debe mantenerse en un estado de embriaguez controlada durante varios días para evitar los efectos más graves de la intoxicación.
Conclusión
El consumo de alcohol adulterado o metanol puede ser fatal si no se detecta a tiempo. Si presentas síntomas como los descritos, no dudes en buscar atención médica de urgencia. La prevención y la rapidez en la atención son clave para evitar consecuencias irreversibles.