Mariposas Realizan Vuelo Transatlántico Histórico

Un Viaje Épico

Las mariposas «carderas» (Vanessa cardui) volaron de África a América del Sur en un viaje que duró entre cinco y ocho días, aprovechando los vientos alisios. Los resultados del estudio se publicaron en la revista Nature Communications.

Colaboración Internacional

Investigadores del Instituto Botánico de Barcelona, el Instituto Botánico Władysław Szafer de Polonia, la Universidad de Ottawa en Canadá, el Instituto de Biología Evolutiva de Barcelona y la Universidad de Harvard participaron en este proyecto. En 2013, Gerard Talavera, del Instituto Botánico de Barcelona, observó estas mariposas en la Guayana Francesa, un hecho inusual ya que no se encuentran normalmente en Sudamérica.

Resolviendo el Misterio del Origen

Para determinar el origen de las mariposas, se emplearon varias técnicas:

• Análisis de vientos: Los científicos descubrieron patrones de vientos desde África occidental hacia América.
• Diversidad genética: El ADN de las mariposas indicó que estaban relacionadas con poblaciones de Europa y África, descartando Norteamérica.
• Análisis de polen: El polen en las mariposas provenía de plantas africanas.
• Isótopos estables: El estudio de isótopos en las alas de las mariposas reveló su origen probable en Europa occidental.

Un Viaje Asombroso

El vuelo transatlántico de las mariposas pudo haber comenzado en Europa, cruzando tres continentes y cubriendo más de 7.000 kilómetros. Clément Bataille, de la Universidad de Ottawa, destacó la magnitud de este logro para un insecto tan pequeño. Roger Vila, del Instituto de Biología Evolutiva, subrayó la capacidad de las mariposas para realizar hazañas increíbles, desafiando su imagen de fragilidad.

El Papel de los Vientos

Los investigadores modelaron el costo energético del vuelo y concluyeron que el viaje de 5 a 8 días fue posible gracias a los vientos favorables. Sin el apoyo del viento, las mariposas solo habrían podido volar unos 780 kilómetros antes de agotar su energía.

Implicaciones Ecológicas

Este descubrimiento sugiere la existencia de corredores aéreos naturales que podrían facilitar la dispersión de especies a gran escala. Gerard Talavera, líder del estudio, destacó que los insectos pueden recorrer distancias mayores de lo que se pensaba, afectando potencialmente nuestros ecosistemas de manera significativa.