La era digital ha cambiado la manera en que las personas comparten su vida, y este fenómeno ha alcanzado también a las familias. Uno de los aspectos más debatidos actualmente es el «sharenting,» una práctica que implica compartir contenido sobre la vida de los hijos en redes sociales, a veces incluso generando ingresos para los padres. Aunque esto puede parecer inofensivo, el sharenting plantea varios riesgos, especialmente cuando los menores no tienen control sobre cómo se muestra su vida privada.
¿Qué es el Sharenting?
El término «sharenting» proviene del inglés y es una combinación de las palabras “share” (compartir) y “parenting” (paternidad). De acuerdo con el Fondo de las Naciones Unidas para la Infancia (UNICEF), esta práctica describe cómo algunos padres publican detalles de la vida de sus hijos en diversas plataformas digitales.
La abogada Stacey Steinberg, especializada en privacidad infantil, define el sharenting como cualquier acción donde los padres comparten información sobre sus hijos fuera del ámbito familiar. Esto incluye subir fotos en redes sociales, publicar en blogs o compartir videos a través de aplicaciones de mensajería. La experta también destaca que, en muchos casos, los niños no son consultados, lo cual genera preocupaciones sobre el consentimiento y la privacidad de los menores.
¿Por Qué Algunos Padres Practican el Sharenting?
El sharenting se ha convertido en una herramienta para muchos padres que son creadores de contenido, especialmente aquellos que abordan temas de estilo de vida y crianza. Al compartir momentos familiares o aspectos de la vida de sus hijos, algunos padres incluso logran obtener ingresos económicos mediante colaboraciones con marcas, generando una controversia sobre el uso de la vida privada de los niños para beneficio económico.
Los Riesgos del Sharenting para los Hijos
La práctica del sharenting no ha parado de crecer y, desde 2016, incluso ha sido reconocida oficialmente en el diccionario británico Collins. Sin embargo, esta exposición masiva de la vida infantil trae consigo varios riesgos importantes.
Huella Digital Permanente
La Sociedad Nacional para la Prevención de la Crueldad contra los Niños (NSPCC) advierte que cada foto o video publicado en línea crea una “huella digital” que puede seguir al menor en su vida adulta. Esta huella digital es prácticamente imborrable y puede influir en su futuro, ya que algunos momentos que los padres consideran “graciosos” podrían ser vistos por los hijos como “vergonzosos,” facilitando situaciones de acoso o bullying.
Riesgos de Seguridad
Además de la huella digital, el sharenting puede comprometer la seguridad física de los niños. La exposición pública de la vida de los menores en redes sociales aumenta la vulnerabilidad frente a personas malintencionadas, incluyendo depredadores que utilizan plataformas digitales para acercarse a menores de edad. Es esencial que los padres tomen en cuenta esta posible amenaza antes de compartir detalles de sus hijos en internet.
¿Cómo Promover un Uso Responsable del Sharenting?
El sharenting es una práctica cada vez más común, pero existen maneras de hacerlo de manera más segura y consciente. La experta Stacey Steinberg destaca que los padres pueden aprovechar esta oportunidad para enseñar a sus hijos sobre el concepto de consentimiento y la importancia de la privacidad. Consultar a los hijos, especialmente si ya tienen edad suficiente para expresar sus opiniones, es un primer paso para un uso más ético y seguro de las redes sociales.
En conclusión, si bien compartir momentos familiares en redes puede ser una práctica popular y hasta rentable, es importante que los padres evalúen los riesgos que esto conlleva para sus hijos.