Inversiones en rondas petroleras se quedan cortas: solo el 55% del capital comprometido ha sido invertido

99 contratos vigentes, pero inversión a medias

Hasta junio de este año, aún se mantienen vigentes 99 Contratos de Exploración y Extracción de Hidrocarburos (CEE) asignados durante las rondas de licitación. Desde 2015 hasta la primera mitad de 2023, se ha invertido un total de 11,410 millones de dólares, cifra muy por debajo de lo previsto para este periodo.

José Ángel Vela, director de Monitor Energético, destacó que ya hay cinco contratos que han finalizado sus actividades de manera anticipada. La mayoría de los recursos invertidos provienen de la ronda 1, que ha representado el 70% del total con 8,026 millones de dólares y la perforación de 80 pozos.

Desigualdad entre rondas: la Ronda 3 apenas avanza

Un dato clave del informe es la diferencia en las inversiones entre las distintas rondas. Mientras la ronda 1, licitada en 2015, ha logrado atraer la mayor parte de la inversión, la ronda 3, que se llevó a cabo en 2018, ha generado apenas 563 millones de dólares y solo ha visto la perforación de siete pozos.

Dentro de la ronda 1, la licitación 2, que abarca campos en aguas someras frente a las costas de Tabasco y Campeche, destaca como la más grande, con una inversión aprobada de 9,813 millones de dólares. Sin embargo, solo se ha invertido el 64% de esta cantidad, es decir, 6,265 millones.

Producción modesta y desafíos en el sector

De los contratos vigentes, solo 20 reportaron producción en mayo, con una extracción diaria de 64.5 mil barriles de hidrocarburos líquidos y 83.9 millones de pies cúbicos de gas natural. Este nivel de producción es bastante bajo, y no más del 5% de la producción total de petróleo en el país proviene de empresas privadas.

José Ángel Vela explica que una de las principales razones para el retraso en las inversiones es que los resultados de exploración han sido menores de lo esperado, lo que ha reducido la actividad en las áreas contratadas. Además, factores como la inseguridad en ciertas zonas terrestres y la larga duración de los contratos (que pueden extenderse hasta 35 años) también han afectado el ritmo de las inversiones.

En resumen, las inversiones en las rondas petroleras están lejos de alcanzar las expectativas iniciales. A pesar de que algunos contratos han logrado avanzar, otros han quedado rezagados por factores externos e internos, lo que plantea desafíos significativos para el futuro del sector energético privado en México.