Redes sociales y tecnología: ¿una receta para la soledad?

El creciente aislamiento de los adolescentes en la era digital

Laura Marciano, investigadora de la Universidad de Harvard, ha publicado un estudio sorprendente sobre cómo la tecnología afecta la vida social de los adolescentes. Para ello, entrevistó a 500 jóvenes, quienes, con la ayuda de influencers de Instagram, respondieron varias veces al día a un cuestionario sobre sus interacciones sociales. Los resultados revelaron que más del 50% de los adolescentes afirmaron no haber tenido contacto con nadie en la última hora, ya sea en persona o por internet. A pesar de las largas horas en redes sociales, la mayoría de estos adolescentes no socializaba, lo que evidencia una desconexión preocupante.

La soledad en la sociedad actual: una epidemia creciente

Vivek Murthy, cirujano general de Estados Unidos, declaró la soledad como una “epidemia” debido al aumento en el número de personas que se sienten desconectadas y solas. Según estudios recientes, los estadounidenses pasan más tiempo solos y tienen menos amistades cercanas que hace dos décadas. La tecnología, especialmente el auge de los teléfonos inteligentes y las redes sociales, ha modificado profundamente la forma en que interactuamos, generando una barrera a la autenticidad en la comunicación.

Redes sociales y comparaciones: una trampa emocional

Uno de los hallazgos clave de Marciano y sus colegas fue que las redes sociales pueden intensificar la soledad, especialmente cuando las personas se comparan desfavorablemente con los demás. Este fenómeno, conocido como “comparación social”, se manifiesta al comparar “me gusta” y comentarios en publicaciones, o al observar a influencers con estilos de vida ideales. Estas comparaciones pueden generar sentimientos de insuficiencia y aislamiento. La psicóloga Chia-chen Yang, de la Universidad Estatal de Oklahoma, destaca que, aunque compararse puede ser positivo en ciertos contextos, en redes sociales suele provocar envidia y ansiedad en los usuarios.

La comunicación superficial de los mensajes de texto

Las comunicaciones digitales como los mensajes de texto, aunque prácticas, pueden impedir una conexión profunda. La mayoría de los adolescentes prefiere enviar mensajes de texto en lugar de hacer llamadas, pero esta forma de comunicación ha demostrado ser limitada. Según Marciano, depender excesivamente de mensajes de texto puede contribuir a la soledad, ya que el lenguaje escrito carece del contexto y las señales emocionales que se dan en conversaciones cara a cara.

La adicción al contenido sin fin: un hábito solitario

Durante la pandemia, el “binge-watching” o consumo intensivo de contenido digital aumentó significativamente. Marc Potenza, profesor de Yale, advierte que plataformas como TikTok o Netflix fomentan una visualización continua, que puede empeorar los problemas de salud mental. Las personas que pasan horas seguidas viendo contenido suelen experimentar ansiedad, depresión e incluso soledad. Además, este hábito conlleva un estilo de vida sedentario que afecta la salud física y emocional.

Hacia un uso consciente de la tecnología

La tecnología y las redes sociales no son, en sí mismas, la causa de la soledad, pero existe una correlación que debe analizarse. El desafío radica en fomentar un uso consciente de las aplicaciones y en recordar que, aunque la tecnología puede facilitar el contacto, no siempre logra una conexión auténtica. Como sociedad, es esencial reflexionar sobre cómo usamos la tecnología y cómo podemos crear espacios que promuevan interacciones reales y significativas.