Este año, el precio del oro ha experimentado un crecimiento impresionante, con un aumento del 29% hasta septiembre, lo que representa la mayor alza en los últimos 14 años. Sin embargo, este repunte ha tenido un impacto significativo en la demanda física de oro, ya que muchos consumidores han decidido vender sus reservas para aprovechar las ganancias obtenidas.
El oro alcanza máximos históricos
El precio del oro al contado alcanzó su punto máximo el 26 de septiembre, llegando a 2,685.42 dólares por onza. Este incremento ha sido impulsado por factores como las tensiones geopolíticas y la decisión de la Reserva Federal de Estados Unidos de recortar las tasas de interés. Aunque este escenario ha favorecido el aumento de precios, la demanda física en los principales mercados ha caído de manera notable.
Impacto en la demanda física en India y China
India, el segundo mayor consumidor de oro después de China, redujo los aranceles de importación en julio para combatir el contrabando, lo que inicialmente impulsó la demanda. Sin embargo, los precios locales alcanzaron niveles récord, lo que frenó las compras. Los consumidores indios han encontrado cada vez más difícil seguir el ritmo de los altos precios, lo que ha provocado una desaceleración en las ventas de oro.
En China, que también ha sido un gran jugador en el mercado del oro, la situación es similar. En agosto, el país no importó oro de Suiza, su principal proveedor, por primera vez en más de tres años. Este declive en la demanda física coincide con el incremento de los precios locales, que también están en máximos históricos.
Europa y el efecto de las tasas de interés
En Europa, la situación no es muy diferente. Alemania, el principal mercado de inversión en oro físico, ha visto una caída considerable en la demanda, al igual que Austria. Desde 2020, los altos tipos de interés han empujado a los inversores hacia activos que generan rendimientos, alejándolos del oro.
La demanda en este sector ha caído en un 50%, mientras que las importaciones de lingotes y monedas se han reducido hasta en un 80%, según expertos del mercado. Esta disminución ha sido cubierta en gran parte por material secundario proveniente de recompras.
¿Y qué pasa con los ETFs de oro?
Los analistas esperan que los fondos cotizados en bolsa (ETF) respaldados por oro físico experimenten un repunte en los próximos meses. Sin embargo, por ahora, la entrada de capital en estos fondos ha sido moderada. Mientras en Europa y Norteamérica la demanda de ETF puede ser fuerte, en China la demanda de oro físico y en papel ha comenzado a debilitarse desde sus picos anteriores.
Ventas en línea: un mercado fluctuante
En el ámbito de las ventas en línea, la actividad ha sido desigual tras el último recorte de tasas de la Reserva Federal en septiembre. Algunas plataformas han visto a los clientes vender para obtener beneficios, mientras que otras han notado un aumento en las compras. Por ejemplo, el minorista en línea Gold Avenue reportó un aumento del 66% en las compras después del recorte de tasas, mientras que las ventas en BullionVault, otra plataforma de metales preciosos, se redujeron en septiembre.
Conclusión: precios altos, demanda en declive
A pesar del espectacular aumento en el precio del oro, la demanda física ha disminuido en casi todos los segmentos. Aunque se esperaba que los altos precios redujeran la demanda, el oro sigue estableciendo récords. La incertidumbre sobre el comportamiento del mercado a corto plazo sigue presente, pero está claro que los altos precios han transformado el panorama del comercio físico de este metal precioso.