En el ámbito de la seguridad informática, la premisa es clara: a mayor número de usuarios en una tecnología, mayor es el interés de los estafadores por explotarla. Es aquí donde entra en juego el «quishing», una práctica en aumento que utiliza los códigos QR para robar información a usuarios desprevenidos.
¿Qué es el Quishing y cómo funciona?
Para comprender el quishing, primero debemos entender el phishing, una estafa cibernética donde los estafadores intentan obtener información confidencial de los usuarios. A través de sitios web falsos o correos electrónicos, se hacen pasar por empresas legítimas para engañar a las personas y obtener datos sensibles como contraseñas o información financiera.
El quishing, por su parte, aprovecha la proliferación de los códigos QR, utilizados en diversos contextos como en menús de restaurantes o para pagos en tiendas. Los estafadores camuflan estos códigos para redirigir a los usuarios a sitios maliciosos, donde intentan obtener información personal de forma fraudulenta.
El riesgo de los códigos QR en la actualidad
Aunque los códigos QR existen desde hace tiempo, su uso masivo en diversos sectores ha llamado la atención de los estafadores. La Comisión Federal de Comercio de Estados Unidos ha alertado sobre el aumento de estafas relacionadas con estos códigos, como la falsificación de códigos en parquímetros o el envío de códigos QR por mensajes fraudulentos.
Los estafadores se hacen pasar por empresas de envío, agentes bancarios o incluso alertan sobre actividades sospechosas en cuentas bancarias para incitar a los usuarios a escanear los códigos QR, accediendo así a sus datos personales.
Consejos para protegerse
Álvaro Puig, Especialista en Educación del Consumidor de la FTC, ofrece algunas recomendaciones simples para evitar caer en estafas con códigos QR:
- Verificar la URL: Antes de escanear un código QR inesperado, es fundamental revisar la URL a la que redirige. Se debe asegurar que sea legítima y no contenga caracteres extraños.
- Desconfiar de mensajes inesperados: Si se recibe un código QR por correo electrónico o mensajes de texto sin previo aviso, es mejor abstenerse de escanearlo, especialmente si se insta a hacerlo rápidamente. Los estafadores suelen aprovechar la urgencia para engañar a las víctimas.
En resumen, el uso cada vez más extendido de los códigos QR ha abierto nuevas oportunidades para los estafadores, quienes aprovechan esta tecnología para llevar a cabo sus fraudes. Mantenerse alerta y seguir buenas prácticas de seguridad puede ayudar a protegerse contra estas amenazas digitales.
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