Google enfrenta un nuevo juicio en Estados Unidos por supuestas prácticas monopólicas en el mercado de la publicidad digital, apenas un mes después de ser declarado culpable de monopolio en las búsquedas en línea. El caso plantea acusaciones de dominio indebido en el control de la oferta, demanda y plataformas de intercambio publicitario, lo que podría cambiar el futuro del negocio publicitario de la compañía.
Un nuevo desafío para Google
Google enfrenta una nueva batalla legal en Estados Unidos, tras un reciente fallo que lo declaró como poseedor de un monopolio ilegal en el mercado de búsquedas en línea. Esta vez, la empresa se enfrenta a acusaciones relacionadas con la publicidad digital. El Departamento de Justicia, junto con 17 estados, sostiene que Google mantiene un dominio injusto al controlar tres áreas clave de este mercado: la oferta, la demanda y el intercambio publicitario.
¿Google domina el mercado publicitario?
Según los fiscales, el control de Google sobre estas tres áreas le otorga una ventaja desproporcionada frente a otros competidores. Esta situación ha llevado a plantear la posibilidad de dividir su negocio publicitario, lo que abriría el mercado y fomentaría una competencia más justa. Sin embargo, Google rechaza las acusaciones, argumentando que un cambio en su estructura podría generar mayores costos para los anunciantes y reducir los ingresos de los editores de contenido en línea.
La posición del gobierno
El Departamento de Justicia sostiene que Google ha logrado su posición dominante mediante la adquisición de empresas y tecnologías clave en el sector publicitario. Una de las críticas más fuertes es que Google retiene hasta el 37% del gasto total en publicidad digital, lo que perjudica tanto a anunciantes como a creadores de contenido, ya que encarece los costos de publicidad y reduce los ingresos de quienes dependen de ella.
Una de las propuestas en el juicio incluye la venta de partes fundamentales de su negocio, como Google Ad Manager, que incluye la plataforma DoubleClick y el sistema de intermediación AdX, ambos adquiridos por Google en 2008.
La defensa de Google
Karen Dunn, abogada de Google, ha respondido enérgicamente a las acusaciones, argumentando que la visión del mercado que tiene el Departamento de Justicia está desactualizada. Dunn señala que el mercado de la publicidad digital es altamente competitivo, con grandes jugadores como Amazon, Meta y Microsoft que también ofrecen servicios publicitarios.
Google también asegura que sus herramientas publicitarias benefician a los pequeños anunciantes y editores al ser accesibles y efectivas. La empresa sostiene que los costos que cobra están por debajo del promedio de la industria, y que los editores retienen hasta un 70% de los ingresos generados por publicidad cuando usan sus plataformas.
El impacto del juicio
Este juicio es parte de una serie de acciones impulsadas por el gobierno de Joe Biden para reducir el poder de las grandes empresas tecnológicas. Aunque este caso no tiene el mismo peso que el juicio por el monopolio de búsquedas, su resultado podría tener un impacto significativo en la estructura del negocio publicitario de Google.
Se espera que las decisiones del juez incluyan una posible multa o incluso la división de partes de la empresa. Además, podrían imponerse restricciones para que Google no pueda seguir siendo el buscador predeterminado en algunos navegadores.
Este juicio podría ser un punto de inflexión en el mercado de la publicidad digital, con implicaciones importantes para el futuro del sector.