La cruda realidad de la sequía golpea a Oaxaca, territorio donde la llegada de la primavera trae consigo la etapa más crítica del estiaje. Con el inicio de esta temporada, se revela una preocupante situación: varias de las principales presas oaxaqueñas están operando por debajo del 50% de su capacidad, planteando una amenaza seria para los sectores turístico y agrícola en una de las regiones más desfavorecidas del país.
Crisis en Presas Clave
La presa Presidente Benito Juárez, ubicada en el Istmo de Tehuantepec, una de las áreas geográficas más estrechas de México, ilustra esta crisis. En Jalapa del Marqués, a 210 kilómetros de la capital oaxaqueña, el embalse se encuentra en alrededor de un tercio de su capacidad nominal de 300,000 metros cúbicos. Esta situación es alarmante, ya que afecta directamente a la seguridad hídrica y al suministro de agua para la región.
Luis Ángel Vásquez, responsable de la gestión de la presa por parte de la Comisión Nacional del Agua (Conagua), detalla que el nivel del embalse ha caído por debajo del 35%, lo que plantea serias preocupaciones sobre el futuro abastecimiento de agua.
Emergencia Hídrica en Perspectiva
El estado de Oaxaca, ya asediado por altos niveles de pobreza, enfrenta ahora una emergencia hídrica que agrava aún más su situación. Datos del Consejo Nacional de Evaluación de la Política de Desarrollo Social (Conveal) revelan que Oaxaca es el tercer estado con mayor población en situación de pobreza en México, con un alarmante 58.4%.
El Monitor de Sequía de la Conagua señala que al comenzar marzo, aproximadamente dos tercios (66.6%) del estado están experimentando sequías de moderadas a extremas. Esta situación impacta gravemente en la producción agrícola, especialmente en cultivos emblemáticos como el café, el maíz y el cacao.
Impacto en la Población Local
El testimonio de Gregorio López, un habitante de 76 años de Jalapa Viejo, refleja la dureza de la situación. Recordando su hogar inundado en 1962 para dar paso a la construcción de la presa, lamenta la falta de lluvias y las consecuencias devastadoras para la agricultura local.
Reflejo de una Crisis Climática Mayor
La situación no es exclusiva de Oaxaca; refleja un problema más amplio de crisis climática. La presa Piedra Azul en Teotitlán del Valle, inaugurada en 1968, apenas alcanza el 30% de su capacidad. La disminución del agua evidencia no solo la sequía actual, sino también la transformación del paisaje y la pérdida de recursos naturales a lo largo de las décadas.
Ismael Jiménez, agricultor en Teotitlán, subraya la responsabilidad compartida en esta crisis, destacando la importancia de la reforestación y el cuidado ambiental como medidas necesarias para enfrentar este desafío.
En conclusión, la sequía en Oaxaca no solo representa una amenaza inmediata para el turismo y la agricultura, sino que también refleja una crisis más profunda de sostenibilidad ambiental y cambio climático que requiere atención urgente y acciones colectivas para mitigar sus impactos devastadores.