FAA Intensifica Supervisión a Boeing en la Reanudación de Producción del 737 MAX

Mayor Supervisión en las Fábricas de Boeing

Mike Whitaker, administrador de la FAA, se reunió esta semana con el CEO de Boeing, Kelly Ortberg, para destacar la necesidad de priorizar la gestión de riesgos de seguridad durante el retorno a las actividades de producción. Aunque Boeing no ha especificado una fecha exacta para reiniciar la producción, se espera que los trabajadores, alrededor de 33,000 empleados dedicados a la fabricación de modelos como el 737 MAX, el 767 y el 777, regresen el 12 de noviembre. La FAA mantuvo una presencia ampliada en las instalaciones de Boeing durante la huelga y ha indicado que incrementará aún más su supervisión en esta nueva fase.

Nuevas Revisiones de Seguridad en Boeing

Este incremento en la vigilancia responde, en parte, a problemas de seguridad detectados en el pasado. A comienzos de año, un incidente con un Boeing 737 MAX 9 de Alaska Airlines, en el que una puerta se desprendió en pleno vuelo debido a pernos faltantes, llevó a la FAA a limitar la producción del 737 MAX a 38 unidades al mes. En respuesta, la agencia también lanzó el mes pasado una nueva revisión de seguridad para evaluar más a fondo los protocolos de Boeing.

Críticas a la Supervisión y Auditorías Reveladoras

Recientemente, la Oficina del Inspector General del Departamento de Transporte criticó a la FAA por lo que consideró una falta de firmeza en su supervisión sobre Boeing. Esta crítica se suma a una auditoría realizada en febrero, en la que la FAA identificó 97 incumplimientos de seguridad en las fábricas de Boeing. Entre los problemas señalados estaban fallos en el control de los procesos de manufactura, almacenamiento y manejo de piezas, así como en el control de los productos finales.

Un Cambio de Cultura a Largo Plazo

Mike Whitaker ha reconocido que para mejorar la cultura de seguridad en Boeing se requerirán entre tres y cinco años, y se ha comprometido a revitalizar el programa de gestión de seguridad de la propia FAA. En junio, Whitaker admitió que la agencia había sido “demasiado pasiva” en su control sobre el fabricante, y afirmó que la FAA adoptará una postura más activa y rigurosa.

Con estos cambios, la FAA busca garantizar que Boeing cumpla con los más altos estándares de seguridad y que los problemas de los últimos años no se repitan, reforzando así la confianza en uno de los modelos de avión más utilizados a nivel mundial.