Tesla, el gigante de los vehículos eléctricos liderado por Elon Musk, ha vuelto a hacer historia. A finales de octubre, la compañía superó la asombrosa marca de un billón de dólares en valor de mercado, gracias a un repunte significativo en sus acciones. Esta alza no solo refleja el buen desempeño financiero de la empresa, sino también las expectativas de un panorama regulatorio más favorable bajo el nuevo contexto político en Estados Unidos.
Una racha de crecimiento imparable
Las acciones de Tesla escalaron más del 6 %, alcanzando un máximo de dos años de 315.56 dólares por acción. Este crecimiento marcó un aumento del 19.3 % en un solo día, consolidando a la compañía como el fabricante de automóviles más valioso del mundo. A modo de comparación, empresas como Toyota y BYD, aunque relevantes, están lejos de acercarse a los niveles de Tesla en términos de capitalización de mercado.
Factores detrás del boom
El alza en las acciones de Tesla estuvo impulsada por el reporte de un aumento en el margen de beneficios trimestral, gracias en gran parte al éxito del software de asistencia a la conducción Full Self-Driving (FSD). Este producto, altamente rentable, se ha convertido en un pilar clave del negocio de Tesla, atrayendo tanto a inversionistas como a consumidores interesados en la tecnología de conducción autónoma.
¿Influencia política en juego?
La llegada de Donald Trump como presidente electo parece haber generado expectativas de beneficios regulatorios para Tesla. Según analistas, Musk podría aprovechar la coyuntura política para negociar un marco más favorable para la regulación de vehículos autónomos y presionar para aplazar posibles medidas relacionadas con la seguridad de sus sistemas actuales de asistencia a la conducción.
Garrett Nelson, analista de CFRA Research, señaló que Tesla y su CEO son «los mayores ganadores del resultado electoral», anticipando que la victoria de Trump podría acelerar la aprobación de tecnología autónoma.
Un cambio en las prioridades
En lugar de enfocarse en vehículos más accesibles, como un coche económico de menos de 30 mil dólares, Musk ha centrado la estrategia de Tesla en avanzar en la tecnología de conducción autónoma. Sin embargo, desafíos técnicos y regulatorios han retrasado la llegada masiva de esta tecnología al mercado.
Tesla frente a otras gigantes tecnológicas
Tesla sigue siendo un caso único en el mercado. Sus acciones se cotizan a un sorprendente 93.47 veces sus ganancias proyectadas para los próximos 12 meses, superando por mucho a otras compañías líderes como Nvidia (38.57), Microsoft (30.77) e incluso Ford (6.29). Este dato refuerza la percepción de que Tesla no es solo un fabricante de autos, sino una empresa tecnológica con un potencial de crecimiento casi ilimitado.
Conclusión
El reciente repunte de Tesla no solo destaca la fortaleza financiera y tecnológica de la compañía, sino también la importancia de factores externos como la política en su desarrollo. Con Elon Musk al frente, Tesla continúa marcando la pauta en innovación, aunque no sin enfrentar desafíos en su camino hacia un futuro autónomo y sostenible.