La nueva presidenta de México, Claudia Sheinbaum, afrontará uno de los mayores retos fiscales de las últimas décadas. Heredará un déficit fiscal sin precedentes en más de 30 años, en un contexto económico marcado por el aumento de gastos en pensiones y compromisos crecientes en protección social.
Un plan para reducir el déficit fiscal al 3%, pero UBS advierte límites
Sheinbaum ha propuesto una reducción del déficit fiscal al 3% del PIB, una meta ambiciosa que podría requerir uno de los mayores ajustes en el gasto de la historia de México. Sin embargo, el banco suizo UBS considera que un ajuste más realista sería del 1.9% en 2025, dados los factores actuales de la economía. UBS estima que esta reducción dependería en buena parte de que el precio del petróleo sea más alto de lo previsto y de recortes en subsidios y asistencia a Pemex, la petrolera estatal.
Desafíos con Pemex, fondos públicos y menores ingresos fiscales
La situación de Pemex es uno de los puntos críticos: los fondos que ha recibido han crecido para cubrir sus deudas. El próximo año, sin embargo, la asistencia presupuestaria a la petrolera podría reducirse, ya que las amortizaciones de deuda serán menores, pasando de 10,900 millones de dólares en 2024 a unos 7,000 millones de dólares en 2025.
Además, los fondos públicos han disminuido, y las eficiencias fiscales han llegado a un punto en el que su impacto positivo es cada vez menor. Esto limita las fuentes de ahorro en un contexto donde la presión del gasto aumenta.
Recorte en el gasto operativo, pero desafíos en infraestructura
El gobierno proyecta reducir en 1.3 puntos porcentuales del PIB el gasto operativo, particularmente en subsidios y programas sociales impulsados en la administración anterior. Aunque algunos proyectos de infraestructura del ex presidente López Obrador están próximos a finalizar, otros aún necesitarán inversión adicional para continuar o mantenerse operativos. Además, Sheinbaum tiene planes de infraestructura propios, como el tren México-Querétaro, cuyo gasto se espera que aumente el próximo año.
Las pensiones y programas sociales: un gasto en aumento
A medida que la población envejece, el gasto en pensiones seguirá creciendo. Este costo podría aumentar aún más si se aprueba una reforma propuesta por López Obrador que garantizaría a los jubilados del sector formal un ingreso similar al salario promedio. Además, Sheinbaum ha prometido consolidar los programas sociales actuales y sumar algunos de su propia agenda, lo cual implicaría un gasto adicional.
Ajuste fiscal sin precedentes en la historia reciente
UBS señala que este ajuste fiscal se ubica entre los mayores intentos de reducción del gasto en las últimas décadas. La historia reciente de México cuenta con pocos precedentes, como los ajustes realizados en 1991 durante el mandato de Salinas de Gortari o el recorte de 2.9% del PIB en el gasto programable en 2017 bajo el gobierno de Peña Nieto, en el cual se limitó la asistencia a Pemex. Sin embargo, el contexto actual difiere notablemente, y la nueva administración podría enfrentar mayores obstáculos para realizar este ajuste.
Expectativas y necesidades de inversión en áreas estratégicas
Sheinbaum también podría necesitar invertir en áreas estratégicas como energía, agua, puertos y carreteras, especialmente para responder a las oportunidades de relocalización y cumplir con las metas de transición energética. La administración debe equilibrar esta demanda de inversión con las exigencias de reducción de déficit, un desafío que marca el inicio de su mandato.
Este panorama establece un reto fiscal inédito que requerirá decisiones cuidadosamente calculadas para lograr una reducción sostenible del déficit sin comprometer los servicios esenciales y el desarrollo social.
