Las icónicas casas griegas: una historia entre tradición, funcionalidad y turismo

Las casas blancas con detalles en azul de las islas griegas no solo son un ícono del turismo, sino también el reflejo de siglos de tradición, necesidad y creatividad. Detrás de su inconfundible estética se esconden historias que van desde soluciones

Turismo 06/12/2024Santiago JacquatSantiago Jacquat

Las casas blancas con detalles en azul de las islas griegas no solo son un ícono del turismo, sino también el reflejo de siglos de tradición, necesidad y creatividad. Detrás de su inconfundible estética se esconden historias que van desde soluciones prácticas para combatir el calor hasta medidas sanitarias y políticas que marcaron una época.

El paisaje blanco y azul que define a las islas griegas

Las casas blancas con detalles en azul de las islas griegas son uno de los símbolos más reconocibles de este país, especialmente en las Cícladas, como Mykonos, Santorini, Paros y Naxos. Pero detrás de esta emblemática combinación de colores hay razones prácticas, históricas y culturales que van mucho más allá de la estética.

El blanco: una respuesta al calor del Mediterráneo

En las islas griegas, el clima es cálido y los veranos pueden ser abrasadores. Originalmente, las casas se construían con piedra, un material local que, aunque resistente, absorbía demasiado calor. Para contrarrestar esto, los habitantes comenzaron a pintar las paredes de blanco, un color que refleja la luz del sol y mantiene los interiores más frescos. Esta solución práctica pronto se convirtió en una tradición extendida por toda la región.

De herramienta sanitaria a símbolo de unidad

El uso de la cal para pintar las casas no solo era una cuestión de comodidad térmica, sino también de salud pública. En 1938, durante la dictadura de Ioannis Metaxas, una epidemia de cólera afectó a Grecia. Como medida sanitaria, se ordenó que todas las casas fueran blanqueadas con una mezcla que contenía cal, un desinfectante natural. Este proceso ayudó a frenar la propagación de la enfermedad y consolidó el uso del blanco como norma en la arquitectura local.

El azul: una elección pragmática

Mientras que el blanco dominaba las fachadas, el azul comenzó a aparecer en ventanas, puertas y contraventanas. Su origen fue práctico: los pescadores y marineros reutilizaban la pintura sobrante de sus embarcaciones, que contenía una mezcla de cal y un pigmento azul conocido como loulaki. Este color no solo era accesible y económico, sino que también resistía bien las condiciones climáticas de la región.

La formalización del estilo durante la dictadura de 1967

El esquema blanco y azul cobró mayor relevancia política durante la dictadura militar de 1967. El régimen impuso estos colores como un reflejo de los tonos de la bandera griega, buscando promover el patriotismo y la unidad nacional. Aunque esta normativa dejó de ser obligatoria tras la caída del régimen en 1974, el esquema ya estaba profundamente arraigado en la identidad visual de las islas.

Un atractivo turístico global

Hoy, las casas blancas con detalles azules son un reclamo turístico que atrae a millones de visitantes. A pesar de que algunos residentes han empezado a experimentar con otros colores, el blanco y azul siguen siendo predominantes, tanto por su valor estético como por su conexión con la imagen de una Grecia tradicional y auténtica. Estas tonalidades no solo embellecen los paisajes, sino que también contribuyen significativamente a la economía local gracias al turismo.

La herencia que perdura

La historia de las casas blancas y azules es un ejemplo perfecto de cómo la funcionalidad puede evolucionar hasta convertirse en tradición, y de cómo esta, a su vez, puede transformarse en un símbolo cultural y económico. Más allá de su belleza, estas casas reflejan la resiliencia y la creatividad de las comunidades griegas, que han sabido convertir desafíos en oportunidades.

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