¿Qué es el pozole? - Rojo - Blanco - Verde

El pozole es un elemento de comunión, historia y tradición. Con cada receta pasada de generación en generación, este guiso se transforma en símbolo de la historia culinaria de México.

Sociedad20/01/2025Liliana PekerLiliana Peker

El pozole es mucho más que un simple platillo: es un espejo de la rica cultura e historia de México. Un guiso tradicional que no sólo deleita el paladar con sus variados sabores y colores, sino que también cuenta la historia de un pueblo a través de sus ingredientes y preparación. En este artículo, exploraremos los orígenes e historia del pozole, los distintos tipos que existen, sus ingredientes principales y cómo preparar un auténtico pozole tradicional.

Orígenes e historia del pozole

El pozole, cuyo nombre proviene del náhuatl "pozolli", que significa "espumoso", era originalmente un plato consumido en ceremonias sagradas. Este guiso era preparado con maíz, que era un elemento sagrado para los pueblos mesoamericanos, quienes lo consideraban un regalo de los dioses, en particular de Quetzalcóatl, el dios de la vida. El maíz en el pozole, especialmente el tipo cacahuazintle, se sometía a un proceso de nixtamalización, no solo para mejorar su digestibilidad y valor nutricional sino también para simbolizar la purificación en contextos rituales.

Cambios en la colonia

Con la llegada de los españoles y la imposición del cristianismo, muchos rituales indígenas fueron prohibidos o transformados. El pozole no fue la excepción. La carne, utilizada en versiones rituales prehispánicas del plato, fue sustituida por carne de cerdo, introducida por los europeos. Esta adaptación no solo cambió el sabor del pozole, sino que también marcó una fusión entre las tradiciones culinarias indígenas y los ingredientes europeos, creando lo que hoy conocemos como pozole.

Evolución del pozole a través de los siglos

A lo largo de los siglos, el pozole continuó evolucionando, adaptándose a las diferentes regiones de México y las preferencias de sus habitantes. En cada región, el pozole tomó características propias, influenciado por los ingredientes locales y las tradiciones culinarias regionales. Por ejemplo, en el Estado de Guerrero, el pozole se sirve en su variante verde, adaptándose al gusto local por los sabores más picantes y herbales, mientras que en Jalisco, el pozole rojo resalta por su uso intensivo de chiles secos.

Pozole en la cultura moderna

En la actualidad, el pozole es un platillo que trasciende las ocasiones ceremoniales y se ha integrado plenamente en la cocina diaria y festiva de México. Es común verlo en las mesas durante celebraciones importantes como las fiestas patrias, bodas, bautizos, y especialmente en las reuniones familiares de los jueves y domingos, donde se disfruta en un ambiente festivo y de reunión. El pozole sigue siendo un plato que, además de sus sabores ricos y variados, lleva consigo una profunda conexión con la historia y la identidad cultural de con las raíces indígenas del país y su evolución a través del tiempo.

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Tipos de pozole: rojo, blanco y verde

Explorar los distintos tipos de pozole es adentrarse en una tradición culinaria que varía no solo en ingredientes, sino en colores y sabores, reflejando la diversidad de la gastronomía mexicana. Los tipos más destacados son el pozole rojo, blanco y verde, cada uno ofreciendo una experiencia única en el paladar y vinculada estrechamente con las regiones que los popularizaron.

Pozole Rojo

El pozole rojo es quizás la versión más reconocida a nivel internacional. Este tipo se distingue por su caldo colorido y picante, resultado de la incorporación de chiles como el guajillo y el ancho. Los chiles no solo aportan un sabor intenso y una capa adicional de complejidad, sino que también tienen un significado cultural profundo, simbolizando la sangre y el sacrificio en rituales prehispánicos. Esta variante es particularmente popular en estados como Jalisco y Michoacán, donde es un platillo indispensable durante celebraciones y fechas patrias.

Este pozole se sirve sustancialmente con toques finales de lechuga, rábanos, cebolla, orégano y limón, permitiendo a cada comensal personalizar su plato al gusto.

Pozole Blanco

Es la expresión más purista de este platillo, especialmente apreciado por aquellos que prefieren sabores más sutiles. Sin los chiles que caracterizan al rojo. Su sabor es una celebración del maíz y la carne en su forma más natural, permitiendo que estos ingredientes hablen por sí mismos. En estados como Nayarit y Guerrero, el pozole blanco es una base sobre la cual cada comensal puede construir su propio plato ideal mediante la adición de una variedad de condimentos y guarniciones como cebolla picada, rábanos, lechuga, orégano y limón. Esta versión es especialmente valorada por su versatilidad y la forma en que destaca la calidad y frescura de sus ingredientes básicos.

Pozole verde

El pozole verde es vibrante tanto en sabor como en apariencia, y debe su color a la mezcla de tomate verde, pepitas de calabaza molidas y hojas de hierbabuena o cilantro. Esta variante es rica en hierbas y proporciona una experiencia gustativa más ligera y fresca comparada con el rojo. El pozole verde es típico de la región sur, especialmente en los estados de Guerrero y Michoacán. En estos lugares, es común agregarle ingredientes adicionales como pollo en lugar de cerdo, lo que lo convierte en una opción popular entre quienes prefieren sabores menos intensos pero igualmente deliciosos.

Variaciones regionales

Además de los clásicos pozoles rojo, blanco y verde, existen variaciones menos conocidas pero iguales de deliciosas:

  • Pozole de mariscos: típico de las costas, como en Guerrero y Baja California, donde se sustituye la carne de cerdo por una variedad de mariscos, ofreciendo un caldo ligero y fresco, ideal para los climas cálidos.
  • Pozole negro: una versión oscura que incorpora mole negro en su preparación, dándole un sabor profundo y complejo.

Ingredientes

El maíz cacahuazintle es el ingrediente estrella del pozole; único por sus granos grandes y redondos, que son ideales para pozole porque absorbe sabores sin deshacerse durante la cocción prolongada. Este maíz es un cultivo nativo de México y ha sido una base alimentaria desde tiempos prehispánicos, valorado tanto por su sabor como por su aporte nutricional.

  • 1 kg de maíz cacahuazintle precocido
  • 1 kg de carne de cerdo en trozos (espinazo, cabeza o pierna)
  • 2 cabezas de ajo
  • 2 cebollas grandes
  • Sal al gusto
  • Para el pozole rojo: 300 gr de chiles guajillo o ancho
  • Para el pozole verde: 300 gr de tomate verde y 150 gr de pepitas de calabaza
  • Condimentos: rábanos, lechuga, limón, aguacate, orégano

Preparación

  • Cocción del maíz y la carne: En una olla grande, cocina el maíz y la carne con suficiente agua, ajo, cebolla y sal. Este proceso puede llevar varias horas hasta que el maíz esté suave y la carne tierna.
  • Preparación de la salsa: Para el pozole rojo, hidrata los chiles y luego licúa con ajo y cebolla. Para el verde, mezcle los tomates verdes con pepitas y hierbas hasta formar una salsa.
  • Mezclar y cocinar: Agregue la salsa al caldo con maíz y carne. Deja que el pozole hierva a fuego lento durante al menos una hora para que los sabores se integren.
  • Servir: Sirve el pozole en tazones y ofrece los condimentos en la mesa para que cada quien personalice su plato.

Cada tipo de pozole habla de la región de donde proviene, reflejando no solo preferencias gastronómicas sino también la historia y la geografía de México. El pozole no es simplemente un plato, sino un elemento de unión durante las celebraciones y un símbolo de la hospitalidad mexicana. Al servirse en grandes ollas que invitan a compartir, el pozole fomenta la comunidad y el sentido de pertenencia, siendo un reflejo de la generosidad y calidez del pueblo mexicano.

 

 
 

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