México asegura deuda internacional para adquirir plantas de Iberdrola

El gobierno de México, a través de la Secretaría de Hacienda y Crédito Público (SHCP), ha logrado colocar bonos en los mercados internacionales por 1,490 millones de dólares. Estos fondos están destinados a la compra de 13 plantas de energía pertenecientes a la compañía española Iberdrola, como parte de una estrategia clave para fortalecer el sector energético del país.

Alta demanda por los bonos mexicanos

La colocación de estos bonos ha generado un notable interés entre los inversionistas internacionales, con una demanda que alcanzó los 21,300 millones de dólares. Esto significa que la oferta fue superada tres veces, lo que refleja la confianza de los mercados en México. Las condiciones obtenidas fueron muy favorables para el país, lo que permitió reducir el costo financiero de la operación.

Una emisión más amplia

La operación de la SHCP no solo incluyó los 1,490 millones de dólares para la compra de las plantas de Iberdrola, sino que forma parte de una emisión total de bonos por 7,500 millones de dólares. Esta emisión se suma a una tendencia que México ha mantenido durante los últimos diez años, colocándose como uno de los emisores soberanos más destacados a nivel global en el rango de calificación «BBB».

Inversiones futuras de Iberdrola en México

Paralelamente, Iberdrola ha revelado un ambicioso plan de inversión en México que se proyecta hasta el año 2030. La empresa destinará 2,900 millones de dólares para la construcción de 17 plantas de energía renovable en el país, lo que representará una capacidad total de 2,855 megavatios. Este esfuerzo refuerza el compromiso de la compañía con el desarrollo de energía limpia en México.

Beneficios para el sector energético mexicano

Con la compra de las plantas de Iberdrola y la emisión de bonos, el gobierno mexicano busca fortalecer su infraestructura energética, mejorar la sostenibilidad y atraer más inversiones. A pesar de los desafíos económicos globales, México ha logrado asegurar condiciones favorables en los mercados financieros, lo que supone un paso importante para garantizar el acceso a energías más limpias y accesibles para la población.

En resumen, este acuerdo refleja tanto el interés internacional por la deuda soberana mexicana como el compromiso del país con el desarrollo de una infraestructura energética sostenible y robusta.