Estados Unidos Propondrá Prohibición de Tecnología China en Vehículos Eléctricos y Autónomos

Estados Unidos está preparando una nueva normativa para prohibir el uso de tecnología china en vehículos eléctricos y autónomos, debido a preocupaciones de seguridad nacional. Esta medida busca limitar el acceso de empresas chinas a datos sensibles

Negocios23/09/2024Santiago JacquatSantiago Jacquat

Estados Unidos está preparando una nueva normativa para prohibir el uso de tecnología china en vehículos eléctricos y autónomos, debido a preocupaciones de seguridad nacional. Esta medida busca limitar el acceso de empresas chinas a datos sensibles y proteger la infraestructura vial del país.

Estados Unidos Propondrá Prohibición de Tecnología China en Vehículos Eléctricos y Autónomos

Un Paso Más en las Restricciones Comerciales a China

El gobierno de Estados Unidos, bajo la administración de Joe Biden, está considerando un nuevo y significativo paso en su política de restricciones a la tecnología china. Según fuentes cercanas al tema, el Departamento de Comercio presentará una propuesta para prohibir la importación y venta de vehículos conectados y autónomos que incluyan software o hardware chino. El motivo principal es la preocupación por la seguridad nacional, debido al posible acceso y manipulación de datos sensibles relacionados con conductores y la infraestructura vial de Estados Unidos.

Riesgos para la Seguridad Nacional

La administración Biden ha expresado en repetidas ocasiones su inquietud sobre el uso de tecnología china en vehículos que operan en las carreteras estadounidenses. Una de las principales preocupaciones es que los automóviles conectados, al estar vinculados a Internet y otros sistemas, podrían ser vulnerables a la recolección de datos o incluso a manipulaciones por parte de entidades extranjeras.

Gina Raimondo, secretaria de Comercio, destacó los riesgos potenciales que esto podría generar. Mencionó que si millones de coches en las carreteras estadounidenses llegaran a ser manipulados, las consecuencias podrían ser catastróficas. Ante esto, el presidente Biden ordenó una investigación en febrero de este año para evaluar si las importaciones de vehículos chinos podrían representar una amenaza a la seguridad nacional.

Medidas Previstas y Fechas de Implementación

La propuesta del Departamento de Comercio incluye una fase de consulta pública de 30 días antes de que las regulaciones se finalicen. Según lo planeado, la prohibición del software de origen chino en vehículos conectados comenzaría a aplicarse en los modelos fabricados a partir de 2027, mientras que la prohibición del hardware entraría en vigor en enero de 2029 o en los vehículos del modelo 2030.

Estas prohibiciones abarcarían vehículos con tecnologías de conectividad Bluetooth, satelital e inalámbrica, así como automóviles altamente autónomos que podrían operar sin conductor.

Preocupaciones de la Industria Automotriz

El impacto en los fabricantes de automóviles no ha pasado desapercibido. Diversas compañías, entre ellas General Motors, Toyota y Volkswagen, advirtieron que cambiar el software y hardware de sus vehículos no es tarea sencilla. Los sistemas de los automóviles requieren largos procesos de ingeniería, pruebas y validación, lo que dificultaría una rápida adaptación a las nuevas regulaciones.

La Seguridad de la Cadena de Suministro en el Centro del Debate

La Casa Blanca ya ha dado su visto bueno a la propuesta, que busca proteger la cadena de suministro de los vehículos conectados que circulan por Estados Unidos. Si bien estas restricciones no afectarán a vehículos agrícolas o mineros, la norma aplicaría a la mayoría de los coches en las carreteras estadounidenses, los cuales, como indicó el presidente Biden, hoy en día son comparables a teléfonos inteligentes sobre ruedas.

Esta medida es solo una de las muchas iniciativas del gobierno estadounidense para limitar la influencia de China en sectores tecnológicos estratégicos, y también podría extenderse a otros países considerados adversarios, como Rusia.

Conclusión

La propuesta representa una escalada importante en las tensiones comerciales entre Estados Unidos y China, y podría cambiar drásticamente el panorama de la industria automotriz en los próximos años. La seguridad nacional sigue siendo la prioridad, pero los desafíos para la industria y el impacto en los consumidores serán aspectos clave a considerar a medida que avanza el proceso.

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